Conjunto vacío

1) Proemio

C.M.C. Joad cuenta que Parménides,
(que vivió alrededor del siglo V a.C.)
pensó la realidad como una masa sólida,
un plenum,
algo que ocupa el todo sólido,
sin distinción de ninguna de sus partes,
sin comienzo ni cambio.
Inmóvil
pero que si se moviese,
automáticamente sería nada.

2) ¿Y qué necesidad lo habría impulsado a nacer antes o después, partiendo de la nada?

El no saber quién era
lo hacía semejante
a todos los mortales:
al hombrecito oscuro
que le alquilaba un cuarto,
a la triste rubia teñida
de sus noches de sábado.
a su madre, al cualquiera que haya sido su padre,
al santo, al traidor, al corredor de bolsa,
al carterista, al peregrino,
al suicida que siempre asesina a un desconocido,
también a quien se obstina en reanimarlo,
al que ausculta un penúltimo, improbable,
aliento, para salvarle el alma,
y así, hasta el infinito.
La diferencia, acaso, residía
en la plena consciencia
con la que él se ignoraba.
No se trataba de olvido ni de agnosia
-su memoria parecía hecha de nitrato de plata-
fijaba cada fragmento del pasado.
podía, si lo intentaba,
ordenarlo cronológicamente,
pero -ya lo sabía-
después no lograria descifrarlo,
rescatar del conjunto lo que le incumbía.
Se reconocía, por supuesto,
en el ajeno sí mismo
de los espejos y las fotografías,
sabía muy bien que era su reflejo
y lo (se) observaba
conjeturando qué cosa haría él allí.
Y al no faltarle un mínimo detalle
y sin encontrarle sentido
a los detalles,
se iba escribiendo inútilmente,
página tras página,
la novela galimática
acerca de una existencia ininteligible.
(Ni siquiera los rasgos,
ni las voces de los muertos
eran palidecidos por el tiempo
como correspondería)
Entonces, sin alternativas,
acataba ese desconócete a ti mismo,
inevitable como el óxido
y también que un día sigua a otro,
y a éste otro,  y así hasta que se acabe.

3) Hipaso de Montaponto, creador de la inconmensurabilidad, fue asesinado por una secta pitagórica que lo acusaba de hablar públicamente de la existencia del Cero.

Un filósofo, matemático y bromista
cínico,  y en absoluto pitagórico,
Concentró esa historia en esta fórmula
A x ∅ = ∅ x A = ∅
Lo cual podría entenderse, poco más o menos,
como que lo único que explica el suicidio,
es la vida.

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