“El viejo mundo se muere.
El nuevo tarda en aparecer.
Y en ese claroscuro surgen los monstruos”
(Antonio Gramsci)
O podría ser
que los ojos hechos a la oscuridad
infieran y hasta distingan
una línea hipotética,
una divisoria de sombras y luces,
un claroscuro espurio.
Porque, como vemos,
la agonía del viejo mundo sucede
largamente,
y que después haya después
es apenas una conjetura
¿Quién sabe, me pregunto,
cuando algo es?
¿Quién, que ya no fue?
¿Quién, que alguna vez será
o que , como la mayoría de los hombres
y sus esperanzas,
no pasará por la tierra inadvertida?
Entonces
-una hipótesis plausible-
cuando el viejo mundo finalmente muera
será como dormir sin soñar
sin despertarse nunca.
Y el mundo recién venido
un viejo quebrado por el viaje
una ruina amnésica
y la línea entre las luces y las sombras
para sus ojos lagañosos,
Indiscernible.
Conclusión:
El claroscuro, la pausa
Podría referir, entonces,
a los gusanos de la muerte
ocupados en disponer una asepsia definitiva.
Las luces, las sombras…ambas inexistentes ya…antes de la asepsia, la infección tóxica. Maravillosa descripción de la pronta realidad.
Gracias Osvaldo. Disculpá la tardanza en contestarte. Me gustaría saber como puedo hacerte llegar un libro, Abrazo