(Publicado en 1963, en el “El popular”, semanario que dirigía Ernesto Giudici.)
A mi hijo
No quiero prometerte lo que me prometieron
La esperanza como un desinfectante
El futuro en bolsitas de polietileno
no hay nada como un título colgado
en la pared del corazón y gracias
Una póliza suave y castradora
Un bote salvavidas
puertas llaves candados
refugios subterráneos
bolsas de agua caliente
ironía paraguas profilácticos
Yo te ofrezco un oficio peligroso
Un oficio de darse en pedazos como el pan
y jugar con el fuego aunque te quemes
Te propongo la bronca
La impaciencia de apretarle el gatillo a la mañana
Y después ser feliz
Si sobra vida.