Memoria

Mañana –si hay mañana- habré vivido diecisiete años más que Leonardo, diecinueve que Bach, treinta y dos que Shakespeare, cuarenta que Gardel, cuarenta y nueve que Mozart, treinta y ocho que Vallejo, doce que San Martín, cincuenta y tres que Jesucristo y mi abuelo materno, veinte que Carlos Marx, veinticuatro que Maradona, nueve que Duke…

Read More Ocho Cuatro

A la mujer amada y perdida, Hölderlin le dio el nombre de Diotima (una sacerdotisa de Mantinea) porque en ella, en la sabiduría y el erotismo con la que inició a Sócrates en esos tópicos, el poeta confirmó sus intuiciones acerca del amor físico y espiritual y, también de la belleza. Él, por un cortísimo…

Read More Esta piel no es más que la memoria de tus dedos

Buenos Aires, Junio de 2015 Querido Andrés, intento contestarte simple y llanamente, pero tus preguntas me resultan difíciles. Quizás por eso brillaron por su ausencia en  nuestros contactos  anteriores.   Releyendo, advierto que todo quedó bastante confuso e insoportablemente subjetivo. También  me hubiera gustado un poco más de síntesis, pero no la logré. Me enredé demasiado.…

Read More Carta sobre la ida y la vuelta

1) Consulto el ajado cuaderno en el que tomaba notas rápidas de mi día a día como exiliado novato. Había llegado a Madrid en enero de 1977, durante la que se conocería como la Semana trágica de la Transición, y leo en él: “el día 24 un comando ultraderechista asesinó en un despacho de abogados…

Read More Madrid, 1977