En el sosiego en el que la luz va haciéndose

1. ME ACORDÉ DE QUIEN NO ERA

“Escribí objetivamente -con pasión y frialdad- procurando que ni la emoción ni el alarde estético velasen la transparencia. El todo debía resultar deslumbradoramente claro, la idea, precisa, desnuda. Ni una elipsis, ni una sinestesia, ni una metáfora: la realidad frente a un espejo, despojada de adornos. ¿O acaso no hay belleza en lo diáfano, y profundidad en la pureza?
Después leí la obra: No entendí ni una palabra; parecía –aunque yo sabía que no- escrita en una lengua extinta”.

2. COSA EN SÍ

Los detalles empiezan a ajustarse,
los datos finalmente concuerdan
las piezas encajan,
pero el conjunto del diseño
-la historia que resume y guarda-
cada segundo es más ininteligible.
En el sosiego en el que la luz va haciéndose
la oscuridad lo va cubriendo todo.

3. FUERA DE CAMPO

Buscaré no decir
que la primera persona del singular
sea la de un desconocido
con el que,
aunque difiramos,
no haya –dada mi inexistencia-
manera de percibir en qué.
Mi trabajo: el del escriba
extraordinariamente fiel
totalmente abocado
a la invisibilidad,
anotando, como Baruc,
lo que profeta dicta.
como me abruma el yo mismo,
la subjetividad
y la realidad improbable.
Ah, si en el regazo
de otra voz
pudiera permanecer
oculto.

4.VARIACIÓN Y FUGA

Il doit vivre et devant un dormir miroir”, Charles Baudelaire

La realidad frente a un espejo
Extraordinariamente fiel
casi ella misma,
Y la idea desnuda, fenoménica.
Cada segundo más ininteligible
En el sosiego en el que la luz va haciéndose
la oscuridad, segundo a segundo, va cubriendolo todo,
y el escriba,
en el regazo de otra voz,
se aboca, obsesivo, a la invisibilidad.
(da capo)

 

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