Entropía

Cuando en el principio Dios creó los cielos y la tierra, reinaba el caos y la confusión y la oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas. Entonces Dios trabajó sin descanso durante seis días, y al séptimo descansó. No hizo nada (o casi nada). Interrumpió por un instante su reposo, sí, el mínimo necesario para sumar a La Creación un detalle modesto que se le había salteado en el fárrago de esa semana tan movida: el pop corn. Después se puso cómodo, se limitó a dejar pasar el tiempo y a observar como la obra de aquellos seis días intensos -y paulatinamente más lejanos- se iba desgastando, corroyendo, muriéndose.entropica-WA0001Consideró el minucioso accionar del oxido, de la carcoma, de la lluvia ácida, la constancia de la desertización, del cáncer, permaneció seis eras observando la consunción de todo lo creado. Pero por un segundo ¿Qué significa un segundo en la biografía de Dios? se quedó adormecido, y cuando despertó ya había ocurrido todo y no había ni cielo, ni tierra, por no haber ni siquiera había abismo ni caos, apenas si un desvaído recuerdo -y sólo en Él- de todo lo que ya hacía tanto tiempo había concebido y apreciado como bueno. La nada no necesita un Dios, se dijo, y como era todopoderoso le ordenó a la nada que lo hiciera a Él de su propia naturaleza. Y finalmente no hubo nada, y aunque había Dios porque Dios es eterno, insisto, no había nada.

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